Caracas.- Desde hace algunos años el sector inmobiliario sufre los embates de la economía. Además de los controles y la inflación, la falta de materiales para la construcción continúan siendo barreras que impiden su crecimiento. Actualmente el déficit habitacional se mantiene en los 3 millones de viviendas, una cifra que no será posible disminuir en el mediano plazo sin la actuación del sector privado.
Carlos González, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), organización que agrupa alrededor de 3 mil profesionales certificados en todo el país, que maneja 14 cámaras en el ámbito nacional y que reune a unos 6 mil afiliados, asegura que en lo que va de 2016 si acaso se han construido alrededor de 3 mil unidades. Al final de año las estimaciones tampoco son positivas ya que la CIV prevé la edificación de apenas 10 mil soluciones habitacionales, cifra similar al cierre de 2015.
-¿Cuál es la realidad del sector inmobilario?
-Este año es muy poco lo que se está construyendo. Al final de 2016 se puede repetir la misma cifra gracias a los proyectos pequeños que vienen en proceso. Son iniciativas individuales que se están desarrollando sobre todo en capitales de estados, de edificios de 10 a 15 apartamentos sobre todo para sectores de nivel alto. Esto se está haciendo con recursos propios porque con recursos de la cartera obligatoria de la banca no se está haciendo absolutamente nada, no hay un solo proyecto en ejecución. En cuanto al sector de alquileres continuamos prácticamente sin arrendamiento producto del desbalance de las leyes. Simplemente estamos en una situación crítica en materia de alquileres.
-¿Qué opina de la Ley de Arrendamiento?
-Hay que modificarla. Hay que equilibrar los derechos de arrendatarios y propietarios. No es posible que una ley favorezca solo a una de las partes. Simplemente no habrá ofertas de arrendamiento hasta que eso no suceda.
-¿Cuáles son los problemas puntuales que están incidiendo en el desarrollo del sector inmobiliario?
-Tenemos problemas de escasez de materiales de todo lo que es acero, cemento y productos importados relacionados con equipos y materiales eléctricos. El sector pintura ha sufrido, aunque recientemente llegaron algunas resinas y se ha podido paliar el asunto. Tenemos problemas de terrenos afectados y de financiamiento, pero el problema fundamental son las variables macreconómicas; el tema de pobreza e inflación es lo que realmente nos está perjudicando. Mientras todo eso no se resuelva, los problemas internos del sector tampoco se solucionarán.
-¿A cuánto asciende el déficit habitacional actualmente?
-Básicamente se mantiene en los mismos niveles de 3 millones de viviendas. Lo poco que se hace apenas alcanza para cubrir la demanda que se va incrementando todos los años por el crecimiento vegetativo de la población. El déficit habitacional se mantiene igual desde hace tiempo porque todos los años crece alrededor de 100 mil unidades. Si haces 100 mil viviendas simplemente cubriste la demanda vegetativa. En construcciones se está haciendo algo en las capitales de estados como Caracas, Maracaibo y Valencia y esto con recursos propios.
-¿Cómo es la situación específicamente en Oriente del país?
-El oriente del país no dista mucho de lo que está pasando en el resto de Venezuela. En Maturín es muy poco lo que se está haciendo a nivel primario. Y en Barcelona se están haciendo algunos proyectos pequeños. En materia de comercio si hay grandes centros comerciales que se están desarrollando y algunos se han detenido por factores de financiamiento, pero en general hay iniciativas en esta área y también se está haciendo algo en turismo.
-¿Por qué la banca no está integrada en los proyectos de construcción?
-La banca en general no ha podido ir a la par de los grandes proyectos comerciales por el tema de capitalización del sector bancario. Los bancos simplemente se han ido empobreciendo como se ha ido empobreciendo el resto del país.
-¿Cuáles son las expectativas para el año que viene?
-El 2017 va a ser mucho peor que este año, porque la pobreza generalizada que vivimos nos afecta dramáticamente. La gente para comprar viviendas amerita tener un ingreso suficiente, y actualmente muchas personas no tienen suficientes recursos para comer. Es necesario que se apliquen políticas económicas adecuadas en temas como inflación, control cambiario y regulación de precios para que el escenario sea distinto.
Reuniones
-¿Para qué ha servido la Misión Vivienda?
-Ha servido eficientemente sobre todo a nivel electoral. Allí ha sido un éxito. Cuando comparas las cifras que venía dando del Banco Central, cuando comparas las cifras de las encuestas de las universidades Católica, Simón Bolívar y Metropolitana, te das cuenta que lo que se venía haciendo en la Misión Vivienda es más o menos las mismas viviendas que venía haciendo el sector privado, no muchas más, privilegiando a los constructores privados foráneos en contra de los constructores tradicionales de nuestro país. Nuevamente venimos con el mito de 500 mil viviendas para este año. Apenas se ha cumplido 10% de la meta, alrededor de 50 mil viviendas, según números del mismo Gobierno, lo cual implica que falta por entregar en los próximos seis meses 450 mil unidades. Eso significa que habría que entregar a partir de mañana 2 mil 500 viviendas todos los días. Eso es imposible, es una burla para la necesidad del pueblo.
-¿Se han ido del país empresas afiliadas a la CIV?
-En general, en Venezuela, han desaparecido alrededor de 300 mil empresas y un buen porcentaje de ellas son empresas de nuestro sector. Estamos trabajando a 15% de nuestras capacidades. Es decir, que el 85% de nuestras empresas están en estado recesivo esperando un mejor país. Nuestras empresas no es que cierran mañana sino que dejan de hacer proyectos. Las empresas se mantienen vivas, pero sin proyectos en ejecución.
-¿Cuáles son las recomendaciones que hace para sacar al sector de la recesión?
-En un país normal deberíamos empezar por crear grandes políticas de construcción de viviendas. Hace falta financiamiento masivo para hacer 200 mil viviendas anuales, hace falta planes de viviendas que sean perdurables en el tiempo. Requerimos todo lo relativo a los insumos. También hace falta leyes sensatas y lo más importante: confianza.
-¿Han sostenido reuniones con el Ejecutivo para tratar de solventar la situación?
-Sí, participamos en la instalación del Motor Construcción y en varias mesas de trabajo, que actualmente están paralizadas. Presentamos varias propuestas e ideas prácticas, pero ninguna fue acogida.
–¿Y con la Asamblea Nacional, también se han reunido para proponer reformas de leyes?
-Sí, se han producido reuniones con diputados y se han presentado varias iniciativas, como la reforma a la Ley de Arrendamiento. Sin embargo, el parlamento atraviesa problemas de viabilidad de leyes que no van proceder. Tenemos una gran cantidad de propuestas que presentaremos en su momento.
Carlos Alberto González Contreras es abogado y licenciado en Adminis- tración, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello. Experto en Finanzas, inició su desarrollo como especialista en banca hipotecaria alcanzando el cargo de director en distintas instituciones financieras. Desde entonces ha fundamentado su experiencia profesional en la promoción, desarrollo y comercialización de inmuebles residenciales, comerciales y de oficina tanto en Venezuela como en otros países. A la par inició su experiencia gremial principalmente en Zulia, 2007, cuando asumió la conducción de la Cámara Inmobiliaria. Es presidente de la CIV y director sectorial de Fedecamaras.
Fuente: http://eltiempo.com.ve/venezuela/economia/85-de-empresas-inmobiliarias-se-encuentran-en-recesion/223472