Como suele ser recurrente en nuestro mundo inmobiliario, es interesante ver lo que está sucediendo al respecto en el país de referencia en todo lo tocante a nuestra actividad, los Estados Unidos. Allí, desde hace unos pocos años, la demanda de fotógrafos especializados en inmobiliaria ha crecido exponencialmente hasta el punto de que algunos de los agentes Top Sellers han hecho de esto el arma distintiva para aumentar la captación en exclusiva y las ventas de forma exponencial. Existen muchos ejemplos, pero uno de los más ilustrativos es el de la broker de Re/Max Gold Connie Barnes que ni más ni menos lleva cuatro años consecutivos consiguiendo el Chairman Club Award, es decir, más de 500.000$ en comisiones en el periodo de una año natural. Para Connie, una de los pilares donde se asienta su éxito es el enorme despliegue que hace en fotografía y vídeo, detallando en su magnífica web todo el equipo y proceso que emplea para hacer de la imagen que ofrece de sus captaciones su rasgo diferenciador.
Además tenemos otros artículos bastante esclarecedores en publicaciones de prestigio como Forbes y The Wall Street Journal que nos hablan de la necesidad de usar una buena fotografía inmobiliaria. The Wall Street Journal asevera que las propiedades en venta con una fotografía cuidada mantienen mejor los precios y Forbes es aun más categórico, indicando que “Las imágenes en alta resolución y correctamente iluminadas son las únicas que deberían emplearse en una campaña de marketing inmobiliario” y haciendo hincapié en la importancia de las imágenes con las que trabajamos en la comercialización de las captaciones.
Pero ¿Esto puede funcionar en nuestro mercado? Bien, ahora os pasaré a hablar de mi experiencia personal. Como agente inmobiliario inquieto que soy, siempre he estado dándole vueltas a como mejorar y ofrecer valores añadidos a los clientes. Y es de sentido común en reflexionar sobre una cuestión básica: ¿Dónde ven hoy en día los clientes compradores por primera vez las captaciones? En internet, lógicamente. Y como amante de la fotografía que he sido desde hace muchos años, conozco el valor de la imagen, además de entender que muchas veces, no sólo la primera impresión es la que queda, sino que es posible que una buena propiedad en venta, con todo el esfuerzo que nos ha costado captarla, sea desechada por el cliente potencial al ver unas fotos mal iluminadas, sin definición y que no hacen justicia a la casa en cuestión. Mucha gente deja de hacer visitas presenciales si las fotos no le atraen. Es natural.
Con mis conocimientos de amateur avanzado y muchas ganas me puse a estudiar e indagar sobre todo lo concerniente a el tema. Donde más apoyo encontré es a través de los experimentados fotógrafos americanos que desde el principio me ofrecieron su ayuda y asistencia para orientarme correctamente. Hice los cursos de especialización necesarios, adquirí equipo, volví a adquirir más equipo (perdonen la repetición, pero comprando equipo fotográfico uno nunca termina, que si el paso de cámara réflex APS-C a Full Frame, ahora otro objetivo para detalles además del angular, que si un par más de flashes externos para complementar la iluminación… etc) y algo muy importante, el control del postproceso de las imágenes con los programas de edición profesional de referencia como Photoshop o Lightroom, muy completos pero complejos de dominar, algo clave en la fotografía digital y que llevan su proceso de aprendizaje.
Tras la fuerte inversión, de tiempo, esfuerzo y dinero, me puse manos a la obra. Empecé con mis propias captaciones y los resultados no tardaron en producirse. El primer síntoma fue al ver que propiedades que ya tenía en venta con fotos “normales”, al sustituirlas por nuevas fotos mejores y más elaboradas, se disparaban en las visitas tanto en las virtuales como en las presenciales. Nosotros, a nivel de comercialización, tenemos un pequeño “trust” entre varios agentes inmobiliarios de cara a la publicación en los portales y las estadísticas no engañan: Mis propiedades con buenas fotos son mes a mes las que más visitas reciben. Y eso produce más ventas. Así de sencillo. En las fotos de la entrada podéis ver a la izquierda una foto correctamente encuadrada, combinando luz ambiente con iluminación fotográfica de soporte y editada con la de la misma estancia y propiedad tomada por un agente y publicada en Fotocasa. ¿Cual anuncio captaría más fácilmente vuestra atención?
Más adelante empecé a trabajar para compañeros ofreciendo un primer trabajo gratuito para que ellos mismos pudieran comprobar sin coste los resultados y los valorasen. Así gané a mis primeros y fieles clientes.
Evidentemente unas fotos maravillosas por sí solas no van a vender una casa con un precio fuera de mercado y mal captada, pero nos ayudarán de forma notoria a vender los productos que tenemos y nos destacará de la competencia, ofreciendo además una imagen de seriedad a nuestro cliente que puede ser clave a la hora de luchar por una exclusiva y sobre todo, produciendo más visitas que son lo finalmente necesario para vender una propiedad.
Compartelo!
Fuente: http://www.inmobiliarios20.com/
