Tras los vientos de posibles cambios politicos, Las oportunidades de inversión para la reactivación/ reconstrucción del país están en el momento óptimo: entrar justo antes, cuando las barreras aún están bajas, porque luego, será tarde y comenzarán a levantarse…
Las expectativas de cambio deben colocarse en el rango de 6 a 18 meses.
El proceso de entrada de inversionistas tempranos, por el momento es anárquico, pero en algún momento tenderá a organizarse. Utilicé la palabra “temprano”, pues quien identifique las oportunidades antes que los demás, tendrá más posibilidades de éxito.
Como ha ocurrido en otros casos, la entrada directa, estará a través del mercado financiero, bonos y acciones, y de desarrollos inmobiliarios. Eso es entrar, pero no necesariamente quedarse.
Todo parece indicar que este es el momento para hacerlo con criterios de permanecer pues en realidad levantar 60 puntos de PIB, no se hace solo con lo financiero; hace falta la inversión dura orientada a los diferentes segmentos. Infraestructura, industria, logística, hotelería, transporte, comunicaciones, banca y retail; eso sin mencionar todos los servicios de apoyo de consultoría y banca de inversión, auditoría, RRPP y publicidad, entre otras tantas que recibirán el impacto positivo de la reconstrucción.
Si podemos acordar que este es un buen momento, la pregunta que queda es: ¿por dónde entrar? Y tal vez la respuesta haya que buscarla en el perfil del inversionista, si ya tiene presencia en este mercado y busca expandirse, si está en el mercado regional y busca entrar (o regresar) o, si piensa en la teoría del portafolio y quiere participar en un fondo para invertir.
Cuando las inquietudes que llegan a nuestra firma son de ese perfil, significa que algo está pasando y eso es algo bueno. El futuro de Venezuela ya ha comenzado a ocurrir.